Elibeth Vega, niña Wiwa desaparecida hace 24 años, regresa a su tierra en medio de rituales ancestrales
Ruth Trinidad Mendoza / San Juan del Cesar La Guajira / 25-04-25
Elibeth fue recibida en Sabana de Joaquina con rituales ancestrales dirigidos por los mamos Wiwa, guías espirituales que aseguran el tránsito de los difuntos hacia la armonía con la naturaleza.

Exequias de Elibeth Vega. Foto: Corresponsalías Populares
El 7 de marzo de 2025, la comunidad Wiwa de Sabana de Joaquina recibió los restos de Elibeth Vega, una niña arrebatada por el conflicto armado en el año 2000, cuando tenía solo 11 años. Su retorno, tras un arduo proceso de búsqueda liderado por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), cierra un ciclo de 24 años de angustia para su familia y simboliza la lucha colectiva de miles de colombianos que aún esperan respuestas.
Una búsqueda de décadas
Elibeth desapareció mientras caminaba hacia la escuela en la Sierra Nevada de Santa Marta, territorio sagrado para los Wiwa. Su familia, originaria del corregimiento de Caracolí, inició una travesía marcada por el dolor: en 2005, un rumor sobre tres niñas enterradas sin identificación en el cementerio de San Juan del Cesar los llevó a indagar, pero la falta de recursos y apoyo institucional alargó su calvario. "Ella nos cuidaba a todos. Su ausencia dejó un vacío que nunca se llenó", relata su hermano menor, quien prefiere mantener su nombre en reserva.
La ciencia y la paz como aliadas
En mayo de 2024, la UBPD, junto a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Corporación Humanitaria Reencuentros —integrada por excombatientes—, reactivó el caso. Tras exhumar 38 cuerpos en el cementerio local, el Instituto Nacional de Medicina Legal confirmó la identidad de Elibeth mediante análisis forenses. "Fue un proceso técnico, pero también humano. Respetamos cada paso cultural que exigía su pueblo", explica María Camila Torres, coordinadora de la UBPD en la región.
Un regreso sagrado
Elibeth fue recibida en Sabana de Joaquina con rituales ancestrales dirigidos por los mamos Wiwa, guías espirituales que aseguran el tránsito de los difuntos hacia la armonía con la naturaleza. Su cuerpo, envuelto en mantas tradicionales, fue enterrado en un sitio sagrado, rodeado de cantos y ofrendas. "Ahora su espíritu descansa donde siempre debió estar", dice un líder comunitario.
Heridas que persisten
Aunque su caso ofrece un rayo de esperanza, la familia Vega insiste en que la justicia está incompleta. "Queremos saber qué pasó, quién la alejó de nosotros", reclama su madre, Luz Mery Vega, entre lágrimas. Según la UBPD, en Colombia hay más de 100.000 desaparecidos, y al menos 320 pertenecen a pueblos indígenas de La Guajira y el Cesar.
Un llamado a la memoria
Elibeth se convierte en un símbolo de resistencia para comunidades que exigen verdad y reparación. Como señala Ana Gómez, de la Corporación Reencuentros: "Cada cuerpo recuperado es un paso hacia la paz, pero sin justicia, las heridas del conflicto seguirán abiertas".
📌 Cifras clave:
• 24 años duró la búsqueda de Elibeth.
• 38 cuerpos fueron exhumados en San Juan del Cesar.
• 100.000 personas siguen desaparecidas en Colombia (UBPD, 2025).







